Basta con echar un vistazo por las ventanas a la Place Vendôme para transportarse a través de la historia, comenzando en 1698, cuando Luis XIV, el Rey Sol, encargó a Jules Hardouin-Mansart la creación de un espacio grandioso en París especialmente para eventos reales.
Desde entonces, muchas historias permanecen ocultas detrás de números y fachadas: en el número 12, el pianista Fryderyk Chopin vivió y murió; en el número 13, el Hôtel de Bourvaillas es la sede del Ministerio de Justicia, que también cuenta con un medidor de mármol en su fachada, diseñado para introducir a los parisinos en la nueva unidad de medida durante la Revolución Francesa; y finalmente, en el número 15, se encuentra el histórico Hotel Ritz, que ha recibido a muchos huéspedes ilustres desde su apertura en 1898, desde Charlie Chaplin hasta Lady Diana.
A lo largo de los siglos, las mejores casas de joyería, las boutiques más reconocidas y los corredores de inversión internacionales han abierto aquí sus talleres, por lo que no faltan historias, incluida la del artista estadounidense Keith Haring, fallecido en 1990 en Nueva York y cuyas cenizas fueron esparcidas en parte aquí por Yoko Ono.
